01 septiembre 2015

FUEGO EN EL MONTE, FUEGO...


Fuego en el monte,  fuego
en los rincones de mi sangre. Hierve
con este ir y venir de cada día
derritiendo mi piel entre sus ojos.
Mi cuerpo se hace brasa. Candela
y la pluma me arde entre los dedos.
Quiero el fuego que brote
entre las reses de mis noches blancas,
que alumbre sueños que jamás soñé.
Sol que iluminas
con mil formas de pájaro, 
tu plumaje me quema
y la luna trasnocha y no me enfría.
Luz de los días. Incandescente luz.
Fuego en las noches del estío. Fuego...
Que llegue la mañana, que despierte
la aurora boreal.
Hoy es un día largo.  Háblame en silencio.
Es tiempo de  pasión y de combate.
El cielo tiene la última pregunta.

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