20 abril 2019

de: LA PASION Y NUESTROS DÍAS

NUESTROS DÍAS  (Glosa en décimas salmantinas)

     I
 Y las matanzas persiguen 
al hombre de nuestros días,
las noches, y tan baldías
aplacarlas no consiguen.
Hasta que no se castiguen
para el terror acabar,
no podremos caminar
tranquilamente en las calles,
ríos, montañas o valles
sin podernos abrazar.      
II
Es espíritu es el fuerte
y débil la carne es
que el hombre actúa al revés
de lo que depara suerte.
Y si no enseña la muerte
que somos polvo y ceniza
el corazón, hecho triza
sabe más del ser humano
pues has de saber, hermano
que el Amor, nos eterniza.
III
Atocha ya no es lo mismo,
es un blanco cementerio;
la vida que es un misterio
es también un espejismo.
Fue tan fuerte el cataclismo,
tantos hombres cercenados
con futuro, con pasados
que el corazón aún nos duele.
Y pobre del que no anhele
ver a los buitres colgados.     
IV
Mas pasión es perdonar
porque Dios así lo quiso.
Hizo bien con el aviso
ya que puede abandonar
el hombre y solucionar
sus cuitas con saboteos
y entre tantos forcejeos
unos y otros, guerreando
el Amor sigue esperando
pues ganarán bombardeos.
 V
Fuerteventura es el fuerte
donde los isleños aman
que en Tuineje se amalgaman
para entender bien la muerte.
Ellos saben que su suerte
puesta está en naturaleza
y nunca tienen tristeza
de cuidar su tierra, el mar.
Con décimas al cantar
añaden arte y nobleza.
VI
En Tuineje y en Madrid
igual que en el  mundo entero
el amor es lo primero
que puede salvar la vida.
Es tan terrible el ardid
que la sangre derramada
ha sido desventurada
suerte de unos pobres hombres.
Y no nos importen nombres
sino su carne abrasada.
 VII
Si en cada pueblo o nación
el hombre vuelve a olvidar,
aún tendremos que penar
y con mucha precisión.
Llevada la procesión 
por todos los fervorosos
nos sentimos engañosos
porque les damos de lado.
Cómo secar su costado
si en Amor, somos roñosos.
 VIII
Y El Escorial bien lo intuye:
El Amor es lo que vale,
que el árbol no se nos tale
porque la vida concluye.
No corre más el que huye,
el que no ofrece sus brazos
terminará hecho pedazos
en la ladera del Monte
y solo, sin horizonte
reclamará los abrazos.
 IX
Y si amásemos a todos
como Él nos dejó dicho
no acabarían en nicho
nuestros miedos, nuestros lodos.
Hay mil caminos y modos
de lavar nuestro pecado
que, habiéndonos perdonado
en una muerte de cruz
nos atraviesa su luz
con su Amor entronizado.
     Isabel
 Díez Serrano   Semana Santa 2019

18 abril 2019

LA PASIÓN Y NUESTROS DÍAS

LA PASIÓN
I
   Hoy ya sale el Nazareno
con el rostro ensangrentado
sabiendo que su costado
se traspasará de lleno.
De Amor y de gracia pleno
sube el camino rodando,
los discípulos llegando,
su madre llanto y dolor
y ante su gran resplandor
el gentío va callando.
II
Ya en el monte le han clavado
clavado y en una cruz;
la luz del mundo, su luz
por su dolor, se ha apagado.
Los ladrones a su lazo,
la agonía es lenta y cruel,
vinagre en lugar de miel
los soldados ya le ofrecen.
Todos a una parecen
van a morirse con Él.
III
La tarde se hizo tiniebla
al expirar, era el rey
de los judíos  la ley
le castigó con su regla.
El monte al pronto se puebla
de espanto, dolor y duelo
y la madre, sin consuelo
reza al Padre por el Hijo
que pende del crucifijo
antes de subir al cielo.
IV
Para enterrarle lo bajan
sus amigos del madero.
Lacerado el cuerpo entero
y muerto ya, no le ultrajan.
Los discípulos trabajan 
y lo trasladan al huerto
que tiene José --por cierto--
una grande sepultura
y con toda la premura
se llevan el cuerpo yerto.
V
Ruedan la losa que cierra
la entrada a la sepultura, 
todo el mundo se asegura
de custodiar lo que encierra.
Mas al ver sobre la tierra
la losa se ha levantado,
el pasmo quedó pintado
en los soldados incrédulos
que durmieron y ahora trémulos
ven que Dios se ha evaporado.
VI
María, la Magdalena
ve un fulgor que le confunde
ya que la llame y le infunde
que no ha de tener más pena.
--Soy yo, mujer, mi cadena
hoy mismo la desaté.
Ve y dilo, apresúrate:
¡Jesús ha resucitado!,
por mí no tengáis cuidado
que ya todo adelanté.
VII
Su madre también lo sabe
¡Ha resucitado el Hijo!,
para ella fue bien fijo
porque le entregó la clave.
Jesús tenía la llave,
con ensangrentado pelo,
con ardor y con anhelo
y como fiel peregrino
encontró pronto el camino
y abrió las puertas del cielo.
VIII
Pero Jesús se aparece
en la sala y a los once
siendo Tomás puro bronce
al Mesías apetece
tocar su llaga y parece
que así cree en la aparición.
--¡Es cierto, resurrección
de Jesús, como nos dijo!,
¡Dios, en verdad es tu Hijo
y murió en crucifixión!--
IX
Cantan un Ave María
los pájaros en su vuelo
al ver que por todo el cielo
hay Amor y algarabía.
Los ángeles, fantasía
tocan su trompeta azul,
las hojas del abedul
bailan al son de campanas
que, locamente tempranas
cantan con su bronce tul.
X
Las estrellas enceguecen,
ha llegado el rey del cielo
que por Amor, bajó al suelo
donde los hombres perecen.
Mas, como "quien es" le ofrecen
su trono al lado derecho
del Padre, que con su pecho
acoge a tan alto Hijo
y allí, dándole cobijo
la Eternidad es su lecho.

  Isabel Díez Serrano.  Jueves Santo 2019