07 octubre 2016

OTOÑO


Ha nacido el otoño.
Es hora de cenizas.
Alejandro. Aquel vecino
que dijeron era del número cuatro.
--Verdugo de las víctimas
que en este tiempo caen como las hojas-.
Hay pocos bautizados este mes
hoy, mandan los ancianos,
claro que el señor Juan no era tan viejo
es solo que su niñez, ya se cansó de los gorriones,
del lento acontecer de los recuerdos.
Ya no quedaba nada que contarle a los hijos
ni las caricias de los nietos le borraban los surcos.
Su mirada, perdida ya, indefensa
ante tanto trasiego, tanto caos por la casa.
Se acabaron las noches del estío
donde alguien, insomne
escuchara aún sus palabras inquietas
que atravesaban el río de sus labios
y él hablaba con la palabra rota
--tan sutilmente frágil--.
                          Me contaron
que ni siquiera despeinó las sábanas
para no despertar a la familia.

No hay comentarios: