09 agosto 2015

AGOSTO. ESTA LÍQUIDA SED --DE: Y EL SUEÑO SE HIZO VOZ

Hoy es ocho de Agosto,
no sé porqué lo escribo.
Quizá por esta sed que me deslinda
que no es poca, ni torpe, ni banal,
y el agua que no llega a refrescar mis sienes,
estas sienes de zubia, de arritmia y de pañuelo.

Tal vez un poco de agua...
Vuelven atrás mis ojos, me traslado
al lago Tiberiades y sus aguas tupidas
donde bañé mis manos y salpiqué mis hombros
                                             cargados de Nirvana
y el agua sonreía,
porque el agua sonríe con su aliento más fresco
                                              y nos invita.

Tal vez un poco de agua...

Que se abran las nubes, dejad libre
la sangre vigorosa de la tierra
para pagar el chismorreo de las llamas
de esta tierra de Agosto, enredadera
de lumbres y murciélagos que pululan la noche
porque ¡ah! el agua. El agua es tan alegre,
cuando sale a la calle siempre está en movimiento,
salta y repiquetea juguetona
en todos los bordillos y ventanas,
si se colma,
como un ser humano explota y se desarma.
Casi nunca se ahoga.
Y es casi perfecta, redonda, como el tiempo.
Y este rincón de Agosto
horno de uva y cerveza y chapuceo,
esta líquida sed.

Tala vez un poco de agua...

Hay algo de mágico en el agua y nos invita
nos invita a desearla
pues tiene los dos sexos, como Dios.

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