La casita del príncipe está cerca
arriba, abajo, medio camino enhiesto,
subo por sus recodos de boj y azul hortensia
y miro alrededor sus sombras en quietud.
La musa se despierta,
invade la caricia, la emoción.
Los versos se desatan
y me llaman, me llaman.
Se pone a mi servicio la Poesía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario