20 abril 2011

de "LAS HORAS DETENIDAS"

Sólo quiero la luz que nos mantenga
el lazo transparente de la fe,
este incendio que irradia nuestro tiempo
uniendo nuestras almas, en lucha contra el hombre.
Tú que penetras las honduras no permitas
que la oruga carcoma mi flaco corazón,
dale el soplo de forza y de pureza
porque yo nada puedo en esta hora
que me asisten millones de diablos
y me enturbian la casa.
A tu merece me rindo porque te amo
y te ofrezco mi humilde poquedad,
que el camino es estrecho y polvoroso
y me siento morir,
que mi culpa me pesa y me hiere los rincones
de este barro que cae despavorido.

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