24 febrero 2011

METAMORFOSIS

Un día fue mi grito
rompiéndose el cristal entre mis huesos,
un claro despertar
y una sorpresa implícita en los ojos,
esa voz tan urgente que oscilaba
como péndulo histórico
diciendo sí,
diciendo no,
diciendo ¿qué verdades?
Y al fin la encrucijada
el túnel, la salida...
asumir
que fui gota y río
roca y arena
sin nunca haber dejado de ser mar.

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