04 mayo 2010

MAYO. LA NATURALEZA SE DESBORDA

Aquí, la naturaleza se desborda,
se sabe útil el río,
los robles que bordean el paseo a mi casa
se multiplican inocentes
y hasta en las piedras nace
la yerba que ninguno se paró a contemeplar.

Me siento bajo el sol,
ese sol tempranero que adorna las macetas
y aspiro lentamente
la vida que me otorga ese dios tan cercano.
Le abrazo, me penetra,
quedamos silenciosos en ese misticismo
de la carne,
del alma.

Mientras, el día se abre lento y nos contempla
subiendo sus colores,
acaloradas las mejillas
sin importarle nada, ya que se sabe impune.

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