16 diciembre 2009

NIEVA

Cae la nieve, dulce, serenamente,
cae
más allá del cristal donde me absuelvo.
En esta vieja aldea ya casi abandonada
donde todo es pureza,
donde oreaban niños cuando crecían las endrinas.
Hoy nieva porque es tarde
-la nieve llega tarde y cuando no se la espera-
que el invierno fue cálido y piadoso
como tus manos, como mi asombro en ellas.
Vuelvo a la nieve, el blanco es mi refugio,
la nieve, sal sobre mi herida,
flores de almendro posadas en las estanterías de mi ventana
ésta por donde miro,
miro y admiro como caen las estrellas diminutas,
esa rama vencida por la luz.
Y seguirá nevando en esta tarde blanca,
tal el insomnio que presiento.
El sueño es como un don sobre los copos.
De qué sirve el insomnio.
De qué sirve esta nieve para nadie
si nunca pasa nada,
si la nieve es tan muda que nunca nos inquieta
y mañana, desenfadadamente, nos habrá abandonado.

De: Y el sueño se hizo voz: 1994

2 comentarios:

Arvikis dijo...

Isabel soy Javier y te doy la enhorabuena por el nuevo
blog, seguro que pronto será un lugar de referencia el mundo de la poesía. Me he añadido con el logo del nuestro:
http://raicesdepapel.blogspot.com
Un beso

Unknown dijo...

Hola Javier, cuánto me alegro de que estéis conmigo Juan y tú. Por supuesto que me ganáis pues de momento yo no sé más que escribir.
Ya he visitado vuestro blog. Magnífico, hay mucho que aprender.
Besos