17 diciembre 2009

INDRISOS

Ya la morada de la serenidad me acoge,
ya la brava tormenta quedó atrás
recogiendo los cántaros la lluvia.

Llenos están ahora de temblores.
Los juncos del camino se despiertan
heridos del hechizo de la noche.

Para andar el camino, ve descalzo.

Que no te pille en medio el aguacero.

---------------

Y el corazón neuronas, ya la ciencia
acaricia los trémulos debates.
Ya lo profetizaron los poetas.

Las estrellas en límpido coloquio
nos dejan su sapiencia y su quejumbre.
El hombre las recoge ensimismado.

Le da vueltas y vueltas su ignorancia.

Enséñale el camino, tú, poeta.

---------------

Siempre supe que fui contracorriente,
difícil en la selva, mi alma herida.
Mas sigo, alados brazos, por el aire.

Voy y vuelvo despacio en un desmayo
y quito a las ortigas sus espinas.
Derramo mi ancho río en las arenas.

Ya no temo a la bestia del paisaje.

Soy la bella del cuento de la vida.

inéditos

No hay comentarios: