SOFÍA IRENE VELARDE CRUZ
Medalla de oro José Vasconcelos 2020
EN MORELOS - MÉXICO
Sofia Irene Velarde
Bienvenida a la Doctora Sofía Irene Velarde Cruz. Premiada con Medalla de Oro Vasconcelos 2020 y
entrega el
12 de Octubre de 2020 En
Morelia – México-
Por Frente de Afirmación Hispanista. AC.
Isabel Díez Serrano. España
A Sofía Irene Velarde (Bienvenida
Frente
de Afirmación nos ha plantado
nueva
rosa en el jardín, preclara
mujer
que el arte lleva en sus venas
y son
tan coloniales;
maíz, sagrado fruto que la figura
del
Padre sobre la cruz nos manifiesta
sin
ninguna palabra que lo anime.
Y yo
canto al mirarle allá en Morelia;
tan
frutecido encarna...
Sofi
Irene Velarde, digna pluma,
intuye
la importancia de este Premio;
te doy
la bienvenida a la Hermandad
y
felicito tu saber, el júbilo
que hoy
contigo, ya todos disfrutamos.
Vasconcelos
2015
SOFÍA: REINA VASONCELOS
De
Morelia, (suntuosa, acicalada),
en la
indomable tierra de Morelos,
vino
justa noticia: el Vasconcelos
ha llegado
a la puerta iluminada
de una
nueva Sofía, deslumbrada
y
vestida de azul y blancos velos.
Esto
pone más alas a sus vuelos
y le
amplía otra ruta, otra alborada.
Si
Morelia fue ha tiempo virreinato,
(Valladolid
de nombre), un literato
escribidor
de versos, se despeina.
¡Es
Sofía Velarde, que en la tarde
pasó de
ser infanta a reina, y arde
su
tiara ungida con ajuar de reina!
Francisco Henriquez. EUA-Cuba
Vasconcelos 2005
QUÉ JÚBILO EN LA PATRIA DE MORELOS
Entre
el arte y la historia se ilumina
la
mirada que abarca egregio espacio,
el alma
no avizora otro palacio
que el
templo espiritual donde se inclina.
Transita
por el tiempo en que germina
tanta
luz del pasado hasta el prefacio,
renace
Michoacán ante su agracio
en
arcas del saber, áurea doctrina.
Es
pródigo el tesoro en mente y pluma,
cultura
y humanismo en magna suma.
Qué
júbilo en la patria de Morelos
para el
dueto de estirpes mejicanas
cuando
en rito sagrado las campanas,
hoy
doblan por Velarde y Vasconcelos.
Lorenzo Suárez Crespo, Cuba
Vasconcelos 2012
Homenaje a Sofía Irene Velarde Cruz
Y Sofía
descubre su presencia
si
esculpida la caña, su Luz vierte
y en
lenguaje del arte ya convierte
su obra
en loor de trascendencia.
¡Oh
peso de la Luz, candor, esencia
espacio
de reflejos, Nada inerte!
La faz
de Cristo brilla de tal suerte
ubicuidad
de formas, transparencia.
Histórico
trabajo de Sofía
Hispanidad
celebra en este día
y le
otorga medalla Vasconcelos.
Si
cósmica es la raza, prevalece
el FAH
como pilar que no decrece
hoy
premia, su talento, sus desvelos.
Rosamarina García Munive. Perú
Vasconcelos, 2010
LAURELES
-para Sofía Irene Velarde Cruz-
Premio Vasconcelos 2020-
Sofía,
tú "entre historias y murales"
vas
nutriendo de reliquias al mundo,
en los
museos tu saber profundo
muestra
raíces de artes ancestrales.
Hacen
magisterio tus ideales
recuperando
con afán rotundo
los
Cristos en caña de maíz; ¡fecundo
rito de
patrimonios culturales!
En
Morelia, canta México tu obra
a la
diestra del Premio Vasconcelos;
tu
animoso esfuerzo loores cobra
y va
surcando con amor los cielos
en
sublimes destinos, y recobra
la
cultura olmeca en el hoy Morelos.
(...Entre
varios estados tú rescatas
el arte
colonial michoacano
y en
sabios catálogos lo retratas).
-Clotilde María Soriani Tinnirello, Argentina
A Sofía Velarde.( Vasconcelos 2020 )
Descubre la doctora, cera que arde,
y la
vinculación de la Canal
en la
imaginería, de un panal,
inspiración
de estudio de Velarde.
El
estudio constata con alarde
la caña
de maíz, tradicional,
usada
para imágenes; fanal
que
elevaba el espíritu a la tarde.
Su asaz
fruto como investigadora;
de
vidas de mujeres, sus desvelos,
entre
legajos fue conmovedora.
Es
Sofía Velarde ganadora
del
importante premio Vasconcelos;
¡por eso
fue nombrada vencedora!
Mª Jesús Lozano Cáceres, Gran Canaria.
OCTUBRE, DE COBRES Y AMARILLOS.
Hoy llueve dulce y largo
El verano de tigres ya se fue. Se fue el 4 de
Agosto, cuando mi sed se despertaba en versos. Ya tampoco es Setiembre y en mis
manos de nuevo se acomoda mi pluma, con
deseos de caminar sin fin. No sé hacia qué Amazonas se dirigen mis dedos este
otoño, qué nocturno lenguaje emplearé para contar luciérnagas. Ya en mi
estancia el silencio se acomoda, se carga de tinieblas y las copas de
cobre suavemente blanquean los
cristales. Ya no darán con su pico las golondrinas, nos ganan libertad. Si esta
hora tan solo fuera mía, nuestra, pediría a los duendes la raíz inexacta de los
días a fin de reencontrarme con el terco
poeta que me habita.
Hoy llueve dulce y largo. Se me ha calmado el
pulso y la sed de frescor que ayer alimentara.
Es oscura la tarde que enmudece el crujido de las ramas del fresno y el
concierto de grillos, que, temblando, van y buscan abrigo bajo la alfombra
fresca. La yerba se enriquece y pavonea el aire –Manso rumor que acude a la
llamada de sus leyes—, compañera fresquísima del hombre que camina las calles
con su amargo naufragio; lo envuelve, lo acaricia, le va restando arrugas y le
borra la sed del alma y de los ojos.
Hoy llueve dulce y largo y yo, sin ti bajo el
paraguas, voy atando silencios, refresco mis insomnios, miro al frente y
descubro que la lluvia le va ganando puntos al lenguaje. Como si Dios
hablara gota a gota en medio de las
gentes.
Presto atención. Escucho. Oigo nombres, mi
nombre... Y en él se mece el mundo como un arca perdida.