De don Francisco la ausencia
de la ciudad de Sevilla
ha afectado a una chiquilla
requería su presencia.
FA
Llegamos bien a Sevilla
para el premio Vasconcelos
y se me abrieron los cielos
al ver tanta maravilla.
Mas nos falló una cosilla
sin ser una menudencia
porque falló la presencia
muy querida y muy notable
de un Vasconcelos loable
de Don Francisco la ausencia.
Aun así, todo perfecto,
todos contentos a una,
nos sonrió la fortuna
por hollar camino recto.
Sin ser un pluscuamperfecto
la palabra allí sencilla
igual se habló de Padilla
que del rey don Pedro el cruel
mientras aroma el laurel
de los parques de Sevilla.
Naranjos y limoneros
ya vamos hacia la Torre
del Oro, corre que corre
con pasitos mañaneros.
Embarque, como astilleros
que se mecen en la quilla
bajo puentes de Sevilla
que hermosean a Triana
allí, la Virgen Gitana
ha afectado a una chiquilla.
Los Reales Alcáceres pisamos
y allí siguió la fiesta de palabras
que Sevilla en la piedra siempre labras
para bien de los ojos, los que amamos.
Amamos la palabra y desnudamos
el alma con la luz de la inocencia
cada uno desde su procedencia,
pero al ver que faltaba un Vasconcelos
la música elevó sus altos vuelos...
requería su presencia.
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