14 marzo 2015

CELEBRANDO EL ANIVERSARIO DE SANTA TERESA DE JESÚS

LA SANTA ANDARIEGA

Hoy vamos recorriendo tus moradas
Teresa, sí, la ausente,
la que nunca dejaba reposando
sus sandalias
que siempre iban de vuelo.
Descalza en la pobreza
sobre la sombra fría de tus éxtasis
de tu viejo puchero y de tu lumbre
donde hervías la fe y a borbollones
nos hacemos hoy cómplices.
Varona de Dios y de Jesús Teresa
aquí tu voz se oye
"por la secreta escala disfrazada".
Y huele a santidad. Y yo en los santos creo.
Qué luz. Qué misticismo
que hasta el pintor se niega a darle forma.
Oh azucena tocada por la gracia.
Carmelita del duro resplandor.
Hoy paseo mis ojos
por ésta, la ciudad amurallada
que recogió tu pálpito,
tu sed, tus terquedades,
tus muchas fundaciones.
La que
cual cinturón de piedra para guardar la historia
con voz de cuatro siglos te recrea,
nos habla del camino y la escalada,
de tu mujer enferma y del cansancio,
del fuego y la cellisca
que quemaban tus carnes andariegas.
Tú peón del Carmelo
eras, la claridad en los abismos
la estrella de la tarde en las cañadas,
cancionera de fe, divina errante
demudándote de águila en paloma.
Eras como relámpago en la noche
cabalgando los tolmos de Castilla
y llegas, y con Dios te enseñoreas
quedando tus dolencias en un pozo tan hondo
que Él llenaba con vino de la eterna fontana.
Tu castillo interior...
Y a solas os quedábais platicando.
Qué envidia de esa plática
--Mística plenitud--
--Celebración fecunda--
--Sagrado Matrimonio--
Qué envidia, digo
y cómo le gustaba --mujer docta y poeta
que te llevó con Él como si fueras ángel
asida al crucifijo y muriendo en su Amor.

Y qué Amor, Teresa.  Y qué Amor...

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