10 mayo 2013

JUNTO AL ROBLE

La fiebre en el costado y los rebecos
horadando la tarde que galopa
hacia otras fuentes con caudal de lluvia.
Tras los vitrales se colorea el mundo
que asoma sus esquirlas tan cercanas
 a cicatriz y llanto.
Van pasando los días y la siembra
siempre será cosecha aunque la pisotee el cierzo.
Habrá luces, que quedarán desnudas al caer la noche.
Habrá lunas de Agosto, lágrimas de San Lorenzo
y fiestas y campanas que pisoteen sueños,
pero unos y otros no verán lo mismo.
Los ojos del sereno miran ciegos, vacíos
no van a ningún lado.
Y uno se pregunta ¿para qué este destierro?,
esta forma invernal de ser tan vivo
si ya mi calavera la enterré junto al roble
que daba sombra vaga y sepulcral silencio.

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