26 septiembre 2012

MI GRITO

Un día fue mi grito
rompiéndose el cristal entre mis huesos
un claro despertar
y una sorpresa implícita en los ojos,
esa voz tan urgente que oscilaba
como péndulo histórico
diciendo sí,
diciendo no,
diciendo ¿qué verdades? Y al fin la encrucijada,
el túnel, la salida
                                         asumir
que fui gota
                         y río
roca
             y arena
sin nunca haber dejado de ser mar.

SETIEMBRE

Y este pequeño resplandor que encabeza Setiembre
se hace dueño de tardes de inolvidables cielos.
Cómo no deslumbrarte los ojos
si esta maravilla que acontece
nos deja en los racimos
uva dulce, lagar que ya pisamos.
El tiempo nos asedia
a lentamente
palabras, citas, retornos, ecuaciones
y la carne hecha añicos por esperar la lumbre.