01 diciembre 2011

ROBO -SONETO ALEJANDRINO


Se confunde mi entraña con este sobresalto,

la paz de nuestra alcoba cubre el matiz de otoño,

fue fresco el día, llovió sobre el madroño

y ya en nuestro camino hubimos de hacer alto.

Cuando se hizo la noche y el cielo azul cobalto

dejó su estela en casa y se volvió gazmoño,

ahuyentó así las hadas de nuestro matrimoño

que tranquilo volvía sin sospechar asalto.

Dos ladrones hicieron nuestro nido chabola,

dos almas perturbadas recogieron su agosto

a costa del trabajo de una vida derecha.

La paz se nos perturba si la chusma arrebola.

Los hijos de la calle pueden agriar el mosto

sin derecho ninguno sobre nuestra cosecha.

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