PARA ANA, MI SEGUNDA ESTRELLA:
Eres fruta temprana, como la Poesía,
debes andar despacio en las horas que vienen.
En mi vientre habitaste nueve lunas
y soy carne que tiene la costumbre
de guardarte.
Deja que otros jardines los deshabite el viento,
deja que algunas aves, emigren a otro azul,
tú permance aquí
con tu flor estrenada entre las manos
y deja que tu incienso nos envuelva a las dos
antes de que tus alas sientan prisa
de conocer un mundo subterráneo
y adivines a Dios en tus aristas.
Rosa temprana.
Fresca
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