04 agosto 2010

AGOSTO. ESTA LÍQUIDA SED

Hoy es cuatro de Agosto, no sé porqué lo escribo
quizá por esta sed que me deslinda
que no es poca, ni torpe, ni banal
y el agua que no llega a refrescar mis sienes
estas sienes de zubia, de arritmia y de pañuelo.
Tal vez, un poco de agua...
Vuelven atrás mis ojos, me traslado
al lago Tiberiades y sus aguas tupidas
donde bañé mis manos y salpiqué mis hombros
(cargados de Nirvana.
Y el agua sonreía
porque el agua sonríe con su aliento más fresco
( y nos invita.
Tal vez, un poco de agua...
¡Que se abran las nubes!, dejad libre
la sangre vigorosa de la tierra
para apagar el chismorreo de las llamas
de esta tierra de Agosto, enredadera
de hombres y murciélagos que pululan la noche
porque ¡ah, el agua! el agua es tan alegre,
cuando sale a la calle siempre está en movimiento,
salta y repiquetea juguetona
en todos los bordillos y ventanas,
si se colma
como un ser humano explota y se desarma.
Casi nunca se ahoga,
y es casi perfecta, redonda, como el tiempo.
Y este rincón de Agosto
horno de uva, cerveza y chapuceo,
esta líquida sed.
Tal vez, un poco de agua...
Hay algo de mágico en el agua y nos invita
nos invita a desearla
pues tiene los dos sexos, como Dios.

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