07 julio 2010

JULIO. UN VERANO DE TIGRES

El sol penetra muros, irrumpe quedamente
en la estancia que sufre
un día más del verano selvático.

Se empaña el pensamiento, se pregunta
dónde estará la brisa del suspiro del mundo
y se sienta, cansado
a ver si vienen voces húmedas por la yerba
del parque que bordea la mitad de mi calle.

El corazón urgente y la cabeza fuego.
Quiero librarme de tanta confusión.
Las horas de la magia ya se acercan
y los afanes
apagan ya sus ascuas encendidas.
El aire, soñoliento, inundará ventanas
y la noche, despierta, extenderá sus crines
y aplacará mi pluma que a veces me sorprende
cuando en su rebeldía
penetra en el abismo de mi entraña o mis sueños.

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