25 marzo 2016

SIGUE, SEMANA SANTA -VIERNES-


Para enterrarle lo bajan
sus amigos del madero.
Lacerado el cuerpo entero
y muerto ya, no le ultrajan.
Los discípulos trabajan
y lo trasladan al huerto
que tiene José, por cierto
una grande sepultura
y con toda la premura 
dejan allí el cuerpo yerto.

Ruedan la losa que cierra
la entrada a la sepultura,
todo el mundo se asegura
de custodiar lo que encierra.
Mas al ver sobre la tierra
que losa se ha levantado
el pasmo queda pintado
en los soldados incrédulos
que duermen y ahora trémulos
ven que Dios se ha evaporado.

24 marzo 2016

SEMANA SANTA


Hoy ya sale el Nazareno
con el rostro ensangrentado
sabiendo que su costado
se traspasará de lleno.
De amor y de gracia pleno
sube el camino rodando,
los discípulos llegando,
su madre llanto y dolor
y ante su gran resplandor
el gentío va callando.

Ya en el monte le han clavado,
clavado y en una cruz;
la luz del día, su Luz
por su dolor, se ha apagado.
Los ladrones a su lado,
la agonía es lenta y cruel
vinagre en lugar de miel
los soldados ya le ofrecen.
Todos a una parecen
van a morirse con Él.

La tarde se hizo tiniebla
al expirar, era el Rey
de los judíos, la Ley
les castigó con su regla.
El monte al pronto se puebla
de espanto, dolor y duelo
y la madre, sin consuelo 
reza al Padre por el Hijo
que pende del crucifijo
antes de subir al cielo.

15 marzo 2016

de. LA LLAMABAN LOCA


En este batallar contra la muerte
gana la espigadora.
Su guadaña y su máscara penetra
a través de los muros de palacio.
Tengo el espanto a punto, amado mío,
estoy llena de ti y no te encuentro
en esta hora sorda de canciones
que arrope nuestra música interior.
Tierna aún de tu luz
que en las noches tus besos recogía.
Tiembla mi grito herido.
No puedo verte, Hermoso, tan quebrado.
Mi cordura se rompe de repente
al pie de la almohada.
Te vas, como hoja seca
dejándome tu frío encarcelado y
no cesaré de amarte, dueño mío.
Hoy me duele el violeta de tus ojos
que tanto me han amado desnudándome
y en la retina llevan
                                     tanto rincón de mí...