18 octubre 2010

HA NACIDO EL OTOÑO

Hoy el cielo se viste de negrura
y la pálida luna no se ve.
Hoy, acabo de desatar la infancia
y se enturbian mis ojos a su luz.
En la orilla del tiempo ya dejé
los carros y caballos
que hasta aquí me trajeron.
Yo fui la desterrada, el náufrago
agarrada a una tabla salvadora
que alguien dejó escondida
entre los juncos más originales.
A veces se enredaban mis pies
entre las verdes algas
y el camino se entrecortaba perezoso.
Más un día llegó
de cálido verano y de palabras
y un sol antiguo me enseñó sus verbos:
segar, oler a flores nuevas, cantar viejo de pájaros,
amar, amar, amar,
apoyar la cabeza, vivir con los recuerdos.
Y mirar a la luna. Comprenderla.

07 octubre 2010

OCTUBRE. LLUEVE DULCE Y LARGO

Hoy llueve largo y dulce.
Se me ha calmado el pulso
y la sed de frescor que ayer alimentara.

Es oscura la tarde que enmudece
el crujido de las ramas del fresno
y el concierto de grillos, que, temblando
van y buscan abrigo sobre la alfombra fresca.

La yerba se enriquece y pavonea el aire.
Manso rumor que acude a la llamada de sus leyes.
Compañera fresquísima del hombre
que camina las calles con su amargo naufragio.
Lo envuelve, lo acaricia, le va limando arrugas
y le borra la sed del alma y de los ojos.

Hoy llueve dulce y largo y yo, bajo el paraguas
voy atando silencios, resfresco mis insomnios,
miro al frente y descubro que la lluvia
le va ganando puntos al lenguaje
como si Dios hablara gota a gota, en medido de las gentes.

Presto atención. Escucho. Oigo nombres, mi nombre...
Y en él se mece el mundo como un arca perdida.

03 octubre 2010

DE ROBLES QUE SE VISTEN Y DESNUDAN

Y no sabía antes, del camino,
de lluvias o de soles que madrugan,
de robles que se visten o desnudan,
de este lugar de luz y pergamino.

Este viejo lugar que me ha iniciado
en conocer los campos, pastizales
de menta y fresno, rocas, manantiales,
frutos y colorido tan variado.

No sabía del río y su cintura
sus caderas, sus cauce que mantiene
este lago que incita y que me tiene
fascinado el latido y la figura.

Calándome en el alma lenta y viva
el paisaje me llueve a borbotones,
y son ya muchas, muchas mis razones
para amarle y saberme en él cautiva.

Si esta tierra que eternamente nace
de mí ya no se aleja y tan callada
además de mi voz, enamorada
tendrá mi corazón, de quien, que pace.

ATARDECE EN EL VALLE

La tarde se desprende de los robles,
sentimos la frescura
del sol que ya desnudo se amohina.
los pasos nos envuelven soñolientos
mientras en el camino
se encienden las luciérnagas que, ahora,
hermanas luz,
nos velan como lámparas dispersas de la noche.

Tengo el silencio entre las manos.
La carne me cabalga despaciosa
y voy sintiendo frío entre los hombros.
Un deseo de ti, suavemente me crece
y va llenando el hueco que se dilata dentro.

Eres
proyecto de jardín prendido en la memoria,
agua manando a ciegas,
laberinto
donde mis ojos pierden su inocencia.
Tu recuerdo me va quemando el centro
y la noche se acerca presurosa.
Tiendo mis dedos para tocar tu eclipse.
Me turbo. Te me escapas.Y de nuevo estoy sola,
refrescando mis ansias con la brisa.