23 febrero 2010

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ

DE NANAS Y SOLDADOS

De pastor empezaste en la cañada
con tus rimas, cual silbo vulnerado
ignorando el final que te esperaba,
que un hombre sólo sabe del pasado.

Aprendiste de nanas y soldados,
de hambre, de locura y de poesía
y andabas con tus versos al costado
lejos, en la trinchera, muda y fría.

Un amor te esperaba y a tu hijo
acunabas dolor en los papeles
y ese amor, y esa madre en su cobijo,
la cebolla trocaba en cascabeles.

Te esperábamos todos, más no pudo
el destino fatal torcer su espada,
te quedaste, Miguel, y España anduvo
con su camisa yerma, desgajada.

No te inquietes, soldado, tu palabra
queda escrita en las venas de la historia
y poetas que somos, nuestra entraña
te ha esculpido por siempre en la memoria.

14 febrero 2010

POR QUÉ ME LLAMAN REINA

Por qué me llaman reina
cuando tú no te asomas a mis atrios
ni desgarras mi enagua con tus dedos
hambrientos de la miel de mi oleaje,
el pulso encabritado y tan frondoso tu bosque.
Cristaliza en mis venas tanto hielo
que llega de las sombras...
Me horroriza
el bullicio que causan mis neuronas
en el cerebro, herido.
Mis alas se han plegado
mientras me siento esclava de la luna
al otro lado del camino siempre
sin palma, sin corona, encadenada
al olor de tu cuerpo, luciérnaga de noche.

13 febrero 2010

ENTRAÑABLE SORPRESA

Y ahora
yo no acierto a explicarte tanta dicha,
dónde llevabas, siempre tan callando
largo sabor a mí.
De mis ojos resbala lluvia lenta,
mi palabra se rompe al pronunciarte
y sólo puedo, los brazos extendidos
estrecharte y amarte eternamente.
Tú, diminuta estrella
para mi cielo siempre bendecida.

FELICIDADES

Desde tu vientre
setenta años después
vuelvo a sentirte madre.
Hoy ya no me amamantas
ni mi sueño se acuna entre tus brazos.
No eliges mis vestidos
ni prendes en mi pelo
diademas imposibles.

Hoy soy yo quien te siente
creciendo en mis adentros
que siempre fueron tuyos y aun ahora
menguan entre tus manos.
Intento agradecer tanto cariño
lejano y permanente
pero me siento torpe y no consigo
apenas descubrir donde me habitas,
si en el recuerdo de una noche
de emociones escritas
con la puerta entreabierta de nuestros corazones.

He aprendido a volar desde tus alas
por verte despegar como gaviota
tantas veces vestida de alegría.
Es hoy cuando regreso con los ojos en llama
y las manos abiertas ofreciendo mi abrazo.

Ana Martínez Díez

10 febrero 2010

FEBRERO

Y qué de las cigüeñas, de Febrero.
Siempre poetas, cantando a los azules.

Llueve,
el agua se estremece en las baldosas,
taconea y llueve,
el aire se nos colma de una música nueva,
ayer un vendaval, hoy aguacero
y se ven los tejados de un color de aventura.

Mi ventana se empaña
con el aliento fácil de la respiración.

Tantas tardes iguales pero hoy tan distinta
porque me estoy nutriendo de un relámpago
que irrumpe en estos muros.

Estoy sola
y me da por mirar tras los encajes
y no descubro nada, mas Febrero que llega
y nunca lo había yo cantado.

Qué deciros
que no sepáis vosotros...
Ah, sí que etoy sola y que llueve
y ese no es común.
Y espero,
espero.